El objetivo central de la actividad tecnológica es la producción de bienes y servicios, como respuestas a demandas de la sociedad. Es decir que la tecnología proporciona a la sociedad y a sus miembros los bienes y servicios necesarios o deseados.
La producción puede ser: primaria, secundaria o terciaria.
TIPOS DE PRODUCCIÓN
En lo referente a los bienes o productos manufacturados, su producción es hoy fundamentalmente industrial, la producción artesanal se a reducido a nichos muy pequeños, y en los países desarrollados o en desarrollo está destinada, salvo casos particulares, a satisfacer inquietudes personales de quienes buscan artículos que tengan un toque de personalidad o de novedad, y en general de no alto costo usamos la expresión productos manufacturados porque la producción a nivel industrial también se suele llamar “manufactura”, palabra que si bien deriva del latín manus (manos) y factus (hacer), es decir que significaría “hecho a mano”, hoy comprende tanto lo hecho a mano como lo producido con máquinas, que pueden ser también automáticas. Podemos decir que muchas veces se usa indistintamente la palabra manufactura o producción.
La manufactura, o producción, es la transformación (mediante la aplicación de procesos químicos o físicos que alteran la geometría, las propiedades o el aspecto) de determinados materiales, con la finalidad de elaborar partes o productos terminados que tienen valor agregado con relación a los materiales empleados. El hecho clave de la producción, es que agrega valor al material original, cambiando su forma o propiedades, o combinándolo con otros que han sido alterados en forma similar. Cuando la arena se transforma en vidrio, se le agrega valor, lo mismo que cuando el hierro se transforma en acerco, o éste último en una pieza terminada.
En la producción de bienes se marcha cada vez más aceleradamente al reemplazo del trabajo humano (la actividad manual) por la máquina, es decir a la transferencia a la máquina de acciones que realizan o que pueden realizar los seres humanos (en algunos casos particulares se ha logrado casi totalmente). Este hecho, que hoy caracteriza la producción industrial, comenzó con la introducción de la hiladora mecánica y el telar mecánico, que fue el prolegómeno de la Revolución Industrial, que se afianzó definitivamente al introducir la máquina de vapor como fuente de energía mecánica. La introducción de la máquina en el proceso productivo determinó la transformación radical de la organización del trabajo, que pasó a caracterizarse por la dependencia del trabajador frente a los propietarios de los nuevos medios de producción industrial. El trabajador no fue más propietario del instrumento de trabajo, como podía ser el artesano, o la mujer que hilaba con la rueca, lo único que puede ofrecer en esta nueva estructura de producción es su fuerza de trabajo a cambio de un salario que lo determina el propietario de los medios de producción. Además el trabajo parcializó, pues se descompuso el proceso de producción en una serie de operaciones delimitadas. En la evolución de este nuevo esquema de producción, otro jalón fundamental fue la llamada Segunda Revolución Industrial, y asociada a la misma, la mecanización no sólo de la producción, sino del accionar humano; sobre el tema es interesante hacer un comentario referente a dos doctrinarios de la segunda revolución industrial, dos hombres clave del capitalismo industrial: Frederic Winslow (1865-1915) y Henry Ford (1863-1947).
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